4 de julio de 2010

NUEVA ACTIVIDAD



Bolso en gobelino y pana




Mis actividades después de jubilarme han variado bastante. Viajo más, leo más, escribo menos, hago más fotos, navego más en internet y hago bolsos. Sí, bolsos de diseños exclusivos en telas de tapicería. Desde setiembre del año pasado me dedico a diseñar, realizar y venderlos, con bastante éxito, lo que me anima a continuar, además he dejado de comprarme tantas cosas que luego no uso para meterme de lleno en conseguir telas lindas y apropiadas para mi trabajo, esto me obliga a descubrir otro tipo de negocios, otros recorridos, otras relaciones personales. Así me contacté con artesanos diseñadores de la zona y de otros lugares y de variadas actividades. 
Acá van algunas fotos de una Feria en la que expuse mis creaciones y algunas de ellas como muestra.


27 de mayo de 2010

Cantata


El grupo Vocal Euterpe se presentó en el Teatro Municipal como parte de los festejos del aniversario de Allen. Un espactáculo estupendo, como siempre.

26 de mayo de 2010

Centenario-Bicentenario




El 25 de mayo fue el Bicentenario del Primer Gobierno Patrio en Argentina. Se festejó en todo el país, pero sobre todo se festejó en Buenos Aires, desde el viernes 21 al martes 25. Sobre la gran avenida 9 de julio se instalaron stand de las provincias y colectividades de distintos países, desfilaron multitudes de instituciones, grupos, representantes de diversas actividades deportivas, culturales, etc. Fue una gran fiesta y la gente participó como nunca, acudiendo en masa a todos los eventos y visitando todas las exposiciones. Se reinauguró el hermoso Teatro Colón, el de mejor acústica del mundo según los entendidos, que estuvo en restauración y reparaciones desde hace varios años. En el enlace siguiente se pueden ver algunas de las fotos de los festejos.

También el 25 de mayo se celebró el Centenario de la fundación de Allen, mi ciudad. Si bien los festejos no pudieron igualar a los de Buenos Aires, tuvieron mucha participación popular y mucho esfuerzo de todos por hacer la fiesta. Empezaron también el viernes y todos los días hubo actividades culturales en el escenario que se armó al efecto, en el Salón Municipal, en el Museo, en la Plaza, en las calles. Inauguraciones, presentaciones, cantatas, obras de teatro, murales, desfiles, concursos y toda clase de competencias deportivas.


29 de abril de 2010

Cumpleaños y visitas

El viernes 23 de abril fue el cumpleaños de mi marido y mis hijos le dieron la alegría de llegar con los nietos: Renato desde Pilar, Buenos Aires, y Lola desde Viedma, se volvieron el domingo. Fue un fin de semana de ternuras, besos, sorpresas, comidas, sueño, amigos, guitarreadas, la casa llena de gente por momentos, y una sensación de tibieza en el corazón y a la vez un apretar de nudos en la garganta y el estómago. Los hijos están grandes, toman sus decisiones, hacen elecciones, viven sus vidas, claro que siempre recurren a nosotros cuando necesitan algo, y está bien que sea así, nos guste o no. Nosotros elegimos siempre en función de ellos, de lo que creemos que es mejor, de lo que pensamos que les gustará, pero no siempre acertamos y cambiamos los planes si nos lo piden. Christian, el mayor, nos dice siempre que no pensemos en ellos, que hagamos nuestra vida como nos plazca, que ellos también lo hacen, pero es inútil, siempre están primero cuando organizamos algo, cuando compramos algo o cuando decidimos algo. Creo que todos los padres hacemos lo mismo.
El lunes temprano nos fuimos a Bariloche por trabajo, con un matrimonio de amigos, el viaje dura unas cuatro horas y media. Normalmente disfruto mucho del paisaje, conversamos, contamos anécdotas, nos reímos, pero éste fue distinto. Un cansancio inmenso me invadió y no podía estar con los ojos abiertos, al llegar al hotel dormí siesta y recién pude salir a eso de las cinco de la tarde. Mientras Osvaldo trabaja yo paseo por el centro, miro vidrieras, recorro la costanera, camino y camino, siempre es así, pero esta vez se redujo a unas pocas cuadras, tal era mi agotamiento. Debió ser que me relajé después de muchas emociones. Como sea, recién en el viaje de vuelta pude admirar el otoño en todo su esplendor en los árboles y paisajes, estuvimos muy poco tiempo y no recorrimos los lugares más bonitos de la cordillera, pero me sirvió. Acá van algunas fotos.

11 de abril de 2010

Lo que callan los silencios


En adhesión al Día Internacional de la Mujer, el sábado 6 de marzo se presentó en la Biblioteca Popular "Naciones Americanas" de Allen, la novela "LO QUE CALLAN LOS SILENCIOS" de la escritora Elisa O. Pérez de Oscar, maestra y narradora oral que nació en Buenos Aires pero vivió la mayor parte de su vida en la Patagonia Argentina, una amiga y compañera de muchos años.
Escribió cuentos y poesías que integran Antologías nacionales e internacionales. Recibió premios y menciones especiales por sus textos.
Publicó: "Huellas de abril", cuentos breves; "Los chicos del barrio", declarado de Interés Municipal por el H. Concejo Deliberante de la ciudad de Allen y de Interés Educativo Provincial por el H. Concejo Provincial de Educación de la Pcia de Río Negro. "Cuentos y recuentos de la abuela", narrativa infantil; "El sueño de Agustín", cuento infantil; "Cantos rodados", poesías; "Piuque de la Patagonia", narrativa Infantil.
Esta novela habla de silencios, de secretos y sumisiones. Relata la vida de una MUJER que supo reinventarse y encontrar una razón para vivir y obtener el respeto y la valoración de un pueblo que nació a partir de su adolescencia interrumpida, un pueblo que surgió como muchos otros pueblos de la Patagonia, con sus necesidades, sus frustraciones, su olvido, pero también con sus logros y su lenta pero inexorable evolución.
La sensibilidad de esta escritora, allense por adopción, se percibe en cada una de las palabras del relato, en cada personaje, en cada situación tan similar a la que vivieron realmente los pobladores patagónicos que hace que el lector se transporte, sufra, goce  y sienta como ellos. Sin duda, una "joyita".

Transcribo el párrafo inicial (a modo de prólogo):

¿Qué es el silencio? ¿Es no hablar? ¿No oír? ¿No decir? ¿No escuchar? ¿Hay otro silencio? ¿Hay muchos silencios? Silencio de palabras. Afasia. Silencio de gestos. Silencio de soledad. Silencio de voluntad. Silencio por indiferencia. Silencio por abulia. Silencio por sordera. Silencio por el silencio mismo. Silencio por omisión. Silencio por ignorancia. Silencio cómplice. Silencio: "de eso no se habla..." Silencios y más silencios...

Editorial Dunken- Buenos Aires- 2010

2 de marzo de 2010

Las Grutas

En setiembre pasado nos  anotamos en la Mutual para disfrutar de unos días en Las Grutas, en los duplex que tenemos los afiliados y que pagamos cómodamente en cuotas descontadas de nuestro sueldo. Nunca habíamos hecho uso de ellos, este año nos tocó y fuimos la última semana de febrero. En algunas otras ocasiones estuvimos en esas playas  por un fin de semana, pero ahora tuvimos más tiempo y tranquilidad para disfrutar del paisaje extraño y diferente de ese balneario. Contrariamente a las playas de la costa bonaerense, que tienen un declive regular y por más que suba la marea siempre hay playa, las costas de Río Negro tienen por lo general acantilados,  las mareas son muy pronunciadas y las playas con muy poco declive, de manera que cuando hay pleamar es raro encontrar un recodo con un poco de arena seca. Por lo contrario, cuando la marea baja, debe uno caminar muchísimo para mojarse los pies, agregado a eso volver cargando los bártulos que normalmente llevamos, subiendo las escaleras para llegar a la costanera y luego al departamento, quedamos exhaustos. Las aguas del golfo de San Matías son un poco más cálidas que el resto, aunque a mí me parecen igualmente frías. Durante la pleamar el agua golpea con fuerza el acantilado y forma grutas o cavernas que la gente aprovecha para evitar cargar con la sombrilla o la carpa, ya que brinda un poco de reparo y sombra fresca.

La playa en parte es de arena y en parte de piedra. Ese fondo marino que aparece ante nuestros ojos mostrándonos rocas con huecos en donde se esconden pececitos, algas,  pulpitos, cangrejos y otros moluscos nos maravilla a cada paso, pero a no descuidarse, ya que la marea vuelve a subir tan pronto como bajó y puede encerrarnos.

7 de febrero de 2010

Vacaciones en Villa Gesell

Desde hace más de veinte años vamos a veranear a Villa Gesell, la misma playa, la misma casa. La dueña que nos la alquila es una española muy simpática y "querendona",  quiere a mis hijos como si fueran sus nietos ya que los conoce desde chiquitos. Este año fuimos con mi hijo menor y su familia, de manera que conoció a Lola. Como era de esperar, se enamoró inmediatamente de ella (no tiene nietas).
El tiempo no pudo estar mejor y disfrutamos de la playa, el sol, la sombra de los pinos, la lectura, las caminatas tempranas por la playa casi desierta, los paseos por la peatonal mirando las vidrieras, comiendo de más ( como no podía ser de otra manera) y disfrutando el "abuelazgo".