2 de marzo de 2010

Las Grutas

En setiembre pasado nos  anotamos en la Mutual para disfrutar de unos días en Las Grutas, en los duplex que tenemos los afiliados y que pagamos cómodamente en cuotas descontadas de nuestro sueldo. Nunca habíamos hecho uso de ellos, este año nos tocó y fuimos la última semana de febrero. En algunas otras ocasiones estuvimos en esas playas  por un fin de semana, pero ahora tuvimos más tiempo y tranquilidad para disfrutar del paisaje extraño y diferente de ese balneario. Contrariamente a las playas de la costa bonaerense, que tienen un declive regular y por más que suba la marea siempre hay playa, las costas de Río Negro tienen por lo general acantilados,  las mareas son muy pronunciadas y las playas con muy poco declive, de manera que cuando hay pleamar es raro encontrar un recodo con un poco de arena seca. Por lo contrario, cuando la marea baja, debe uno caminar muchísimo para mojarse los pies, agregado a eso volver cargando los bártulos que normalmente llevamos, subiendo las escaleras para llegar a la costanera y luego al departamento, quedamos exhaustos. Las aguas del golfo de San Matías son un poco más cálidas que el resto, aunque a mí me parecen igualmente frías. Durante la pleamar el agua golpea con fuerza el acantilado y forma grutas o cavernas que la gente aprovecha para evitar cargar con la sombrilla o la carpa, ya que brinda un poco de reparo y sombra fresca.

La playa en parte es de arena y en parte de piedra. Ese fondo marino que aparece ante nuestros ojos mostrándonos rocas con huecos en donde se esconden pececitos, algas,  pulpitos, cangrejos y otros moluscos nos maravilla a cada paso, pero a no descuidarse, ya que la marea vuelve a subir tan pronto como bajó y puede encerrarnos.

1 comentario:

Porque yo lo valgo... y tú sin enterarte dijo...

Desde el lluvioso y frío invierno español. estas fotos me trasladan a tu hermoso país, gracias.

Dos mil besos